Cómo funciona el operativo municipal que acompaña a personas en situación de calle

Emilio Jatón estuvo en el CIC Facundo donde cada día, empleados municipales y voluntarios elaboran y empaquetan la comida que luego será repartida por toda la ciudad. Después acompañó el recorrido de las cuadrillas que todas las noches salen a la búsqueda de santafesinos y santafesinas para alimentar.

Desde los primeros días de mayo, con la llegada de las bajas temperaturas, la Municipalidad retomó el Operativo Invierno, que incluye entre otras acciones, el acompañamiento a las personas en situación de calle, a lo largo de toda la ciudad. Los grupos de trabajo, compuestos por empleados municipales y voluntarios, se dedican a la elaboración de comida, el armado de las viandas y el reparto en todo el ejido urbano.

El intendente Emilio Jatón participó de las tareas que habitualmente se inician en horas de la tarde, en el Centro Integrador Comunitario (CIC) Facundo. Allí se preparan las bandejas que posteriormente, a partir de las 19 horas, se distribuyen entre aquellos vecinos y vecinas que por distintas circunstancias, pernoctan a la intemperie. En ese lugar, Jatón conversó con quienes llevan adelante esta tarea.

Después de interiorizarse sobre la labor que realiza cada uno y cómo coordinan las acciones de cada jornada, el intendente les agradeció la presencia y la labor altruista que llevan adelante. «El que no hace algo por el otro, se pierde una gran oportunidad de hacer el bien», les dijo.

El trabajo está a cargo de la secretaría de Políticas de Cuidado y Acción Social del municipio, pero también participan las áreas de Gestión de Riesgo y Derecho Ciudadano. Son cerca de 20 los trabajadores municipales que destinan sus tardes y sus noches, pero a ellos se suman voluntarios. La labor es ardua, consta de muchos pasos y toda colaboración es bien recibida

 

Control desde el inicio
El menú se confecciona de manera periódica, es variado y se basa en evaluaciones nutricionales. La licenciada en Nutrición, Daiana Marano, explica que se busca el balance necesario entre los distintos grupos alimenticios a la hora de confeccionarlos. «Es un menú cíclico y estandarizado, pero va cambiando todos los días. Siempre se busca cubrir todas las necesidades energéticas de una cena», describe.

Por lo general consiste en carnes, verduras y hortalizas a las que se suman pastas. Se acompaña con la entrega de infusiones dulces calientes, en vasos térmicos, para que conserven la temperatura y alguna colación para que pueda ser consumida durante la madrugada o a la mañana siguiente. Además, se agrega un kit con todos los utensilios necesarios.

A ello, agrega que el equipo de trabajo es interdisciplinario y está integrado también por una técnica en bromatología y las cocineras, que previamente al inicio del servicio fueron debidamente capacitadas con talleres de cocina, higiene y manipulación de alimentos y el servicio en sí mismo. Una vez concluida la cocción de cada día, los alimentos se colocan en envases descartables aptos para alimentos, que también pasan por un control bromatológico.

Debido a que el servicio es completamente administrado por el municipio, se decidió establecer una estructura de dos modalidades: toda la elaboración se concreta en el CIC Facundo y desde allí se distribuye tanto a la gente en situación de calle que se encuentra por la ciudad, como a quienes deciden dormir en el CIC Roca, donde se sirve una cena al plato y se agrega un desayuno, por la mañana.

 

Antes de salir
María Soledad García es trabajadora social y está a cargo del equipo que todos los días, a partir de las 18, se reúne en el CIC Facundo para el reparto de las raciones. Se trata de más de 20 personas que le ponen el cuerpo y algo más a esta labor cotidiana. Si bien la mayoría son empleados municipales, el voluntariado tiene una presencia importantísima. Además de las instituciones como la Cruz Roja o el Ejército de Salvación, la dirección municipal de Derechos y Vinculación Ciudadana del municipio realizó una gran convocatoria para reunir a aquellas personas que eligen colaborar.

García detalla que todas las tardes «nos convocamos en el CIC Facundo con el equipo que brinda el acompañamiento a las personas en situación de calle. Ahí nos organizamos, hacemos charlas, intercambiamos ideas y, fundamentalmente, evaluamos cómo nos fue la noche anterior: cuántas personas encontramos, qué cantidad de raciones necesitamos y si hay recorridos nuevos para abarcar». Pero a esta cuestión operativa, María Soledad agrega otra, de igual importancia: «la escucha atenta a cada una de las personas que encontramos, porque es necesario prestarles la atención que nos demandan».

Una vez que se completó la cocción de los alimentos, se armaron las viandas para el reparto y se coordinó el operativo, comienza la recorrida nocturna. Las cuadrillas diseñaron dos grandes itinerarios para poder abarcar todos los puntos de la ciudad: uno se dirige al norte y el otro al sur. Cerca de 120 personas reciben cada noche, además de los alimentos y las infusiones, frazadas y ropa de abrigo.

Quienes transitan las calles a bordo de los vehículos para concretar el acompañamiento, saben exactamente dónde encontrarán a los destinatarios de las raciones. Pero siempre amplían su recorrido para verificar que no quede algún punto sin chequear. En tanto, aquellos y aquellas que reciben la ayuda, la esperan cada noche en sus lugares habituales.

García cuenta que hace 25 años trabaja en la Municipalidad pero recién este año observó un salto cualitativo en la política de acompañamiento a gente en situación de calle. «Hace tiempo hubo algunas experiencias pero en esta oportunidad se dio un salto importante para acompañar desde un mejor lugar a las personas en situación de calle», dice. En ese sentido, señala que quienes están atravesados por esa realidad «padecen una problemática multicausal de diferentes tipos de vulnerabilidades y lo que se necesita para abordar esas situaciones es la labor de un equipo de profesionales, entre ellos, los trabajadores sociales, que estén capacitados para poder acompañar».

 

Al abrigo
Además de entregar comida, las cuadrillas que recorren la ciudad ofrecen la posibilidad de trasladar a quienes así lo deseen, al parador nocturno ubicado en el CIC Roca. En ese lugar, se ofrece no sólo la cena, sino también la posibilidad de una ducha caliente, una cama para dormir y un desayuno al día siguiente. Si bien la mayoría de las personas no quieren abandonar los lugares donde se ubican, en una noche de temperaturas bajas, pueden acceder. Además, vale destacar que se trata de una población variable, con costumbres dinámicas.

Durante el 2020, el CIC Roca fue utilizado como centro de alojamiento para atravesar el aislamiento social, preventivo y obligatorio impuesto por el Gobierno nacional. De este modo, sirvió para contener a aquellos varones que no podían permanecer en las calles porque la autoridad sanitaria lo impedía. El CIC Facundo, en tanto, fue el espacio escogido para albergar a las mujeres en la misma situación.

Este año, desde que se rehabilitó al CIC como parador, se registra la asistencia, en promedio, de 15 varones a diario, cuyas edades oscilan entre los 30 y los 70 años. La prioridad está puesta en los adultos mayores, las personas con discapacidad y todas aquellas que por su condición física, se consideren más vulnerables. El horario de ingreso está fijado a partir de las 21.30. Y no sólo se brindan los servicios ya mencionados, sino que se trabaja en las situaciones particulares de cada asistente, con un equipo de profesionales del área de Acción Social.

En la mayoría de los casos, se busca la revinculación con el entorno familiar, que en muchos casos existe pero por diversas razones relacionadas con las múltiples problemáticas que atraviesa una persona en situación de calle, fue interrumpido. Del mismo modo, se pone el eje en la importancia de cada hombre y mujer que sufre esta realidad pueda conectarse con el sistema de salud provincial, fundamentalmente en el marco de la pandemia.

Es que el acompañamiento en épocas de frío es sólo uno de los dispositivos que el municipio despliega para acompañar a quienes más lo necesitan. Gabriel Maurer, director de Acción Social del municipio, señaló que durante todo el día se realiza un seguimiento de las trayectorias particulares de cada persona en situación de calle. «Si bien el trabajo de calle culmina cerca de las 12 de la noche, se desarrolla durante todo el día para realizar una rutina de acompañamiento; es una tarea compleja y extensa. Lo que intentamos es reducir los riesgos que puedan sufrir en la calle, tratando de que reciban alimentos de calidad y abrigo», afirma.

En total, el equipo está compuesto por cerca de 65 personas que prestan servicio diariamente en diferentes turnos, a los que se suman voluntarios de organizaciones sociales vinculadas a la temática, en coordinación con otras dependencias del municipio. Maurer acota que en todos los casos, se desarrollan distintas instancias de capacitación «porque creemos que las políticas de cuidado deben ser transversales a todas las áreas del municipio. Por eso articulamos las acciones permanentemente con las distintas áreas involucradas».

Y en ese sentido, saluda y agradece el «trabajo a corazón y pulmón» del voluntariado. Con las instituciones que forman parte del proceso, se trabaja en red para, desde el Estado, conseguir esa articulación tan necesaria, en muchos casos porque son entidades que hace tiempo se dedican a la gente en situación de calle.

Esta temática es atemporal, se trabaja durante todo el año y se aborda a partir de ejes diversos, dispuestos por la secretaría de Políticas de Cuidado y Acción Social, siempre en coordinación con el resto de las áreas. Así se despliegan dispositivos para tener en cuenta a los diversos grupos, como niñez y adolescencia, discapacidad y personas adultas mayores. «Como nos pide el intendente Emilio Jatón, estamos abocados a acompañar las situaciones de mayor vulnerabilidad y a estar cerca de la gente -afirma Maurer- sobre todo en esta coyuntura particular de pandemia que atravesamos y a la que se ve más expuesto este grupo poblacional. Sin dudas, es una realidad que requiere de más esfuerzo y que el municipio esté más presente que nunca», concluye.

 

Jatón: «El que no hace algo por el otro, se pierde una gran oportunidad de hacer el bien»

 

Cada vianda se compone de un plato caliente, una infusión, una colación y un kit de utensillos

 

El CIC Roca recibe cada noche, en promedio, a 15 varones de entre 30 y 70 años que cenan, duermen y desayunan en el lugar

 

Fuente: https://www.ellitoral.com/index.php/id_um/304135-como-funciona-el-operativo-municipal-que-acompana-a-personas-en-situacion-de-calle-esta-semana-el-intendente-participo-de-una-recorrida-area-metropolitana-cic-facundo.html?fbclid=IwAR3_AqxLcDlvX3EDzSHDjv0t04LeFHMTZFWtx-n906rNQVgJKqjFIYC680M