La pandemia del coronavirus ha expuesto de manera muy cruel la vulnerabilidad de nuestras sociedades.

Los preocupantes niveles de desigualdad han hecho que la COVID-19 haya golpeado de manera severa incluso a los países más prósperos de América Latina y el Caribe. Los trabajadores del sector informal, que representan el 49% del empleo no agrícola, se han visto gravemente afectados por las medidas de confinamiento y distanciamiento social, que han limitado o detenido temporalmente sus medios de subsistencia. Además, los déficits generalizados de protección social y empleo decente hacen que la región sea muy vulnerable a esta situación.

Sin embargo, a medida que los países trabajan para proteger a los ciudadanos del coronavirus, salvaguardar sus economías y prepararse para la fase de recuperación, la transición hacia una economía verde ofrece la promesa de crear 15 millones de nuevos puestos de trabajo netos en América Latina y el Caribe.

Una recuperación verde e inclusiva es esencial para ayudar a enfrentar la crisis climática y construir un futuro mejor.

Si no actuamos ahora, esas mismas vulnerabilidades que expusieron a los trabajadores y a las empresas a la pandemia los expondrán a las crisis climáticas. La OIT estima que se podrían perder 2,5 millones de puestos de trabajo en América Latina y el Caribe solo a
raíz del estrés térmico por calor hacia el año 2030, afectando particularmente a las personas que trabajan al aire libre en agricultura, construcción y ventas ambulantes. 

El BID proyecta que para 2050, los daños causados por el cambio climático podrían costarle a la región USD 100.000 millones anuales. Pero el futuro no está escrito en piedra.
A medida que la economía mundial se reactiva gradualmente tras los confinamientos de la COVID-19, ha llegado la hora de crear un futuro más inclusivo, resiliente y sostenible. Y ya
se está avanzando en ese sentido. El BID está trabajando de la mano de los países para 

crear estrategias que lleven a cero emisiones netas para 2050. La OIT también está ayudando a los países, sus trabajadores y las empresas a prepararse para hacer frente a las consecuencias sobre los mercados laborales nacionales.

En los últimos años, con Cómo llegar a cero emisiones netas y Sostenibilidad medioambiental con empleo, nuestras instituciones han demostrado que una economía verde conlleva la creación de empleo y otros beneficios de desarrollo.

Para este informe hemos unido fuerzas a fin de identificar dónde se pueden crear puestos de trabajo en América Latina y el Caribe durante la transición a cero emisiones netas. Hemos encontrado un potencial impresionante en la agricultura sostenible, y en otros sectores como a silvicultura, las energías renovables, la construcción y la manufactura. Este esfuerzo de colaboración es el primero en documentar cómo el cambio a dietas más sanas y sostenibles, que reducen el consumo de carne a la vez que aumentan el de alimentos de origen vegetal, crearía puestos de trabajo al tiempo que reduciría la presión sobre la biodiversidad única de la región.

No cabe duda de que la agricultura y la silvicultura tienen un gran potencial para crear nuevos puestos de trabajo.

América Latina y el Caribe alberga el 40% de la biodiversidad del mundo, cerca del 50% de los bosques tropicales, y es el principal exportador de alimentos del mundo. El progreso en esta región permitiría la restauración de los ecosistemas, la agricultura sostenible y, a largo plazo, el ecoturismo, que a su vez podría crear millones de empleos.

Esto complementará los puestos de trabajo que ya se están creando en los sectores de energías renovables, movilidad eléctrica, transporte público, manufactura, gestión de residuos y construcción de alta eficiencia energética.

A medida que los países preparan planes de recuperación expansivos, existen razones de peso para tratar de crear empleos decentes y hacer la transición a cero emisiones netas. Los países deben formular las políticas adecuadas para ayudar a trabajadores y empresas a adquirir nuevas competencias laborales mediante la capacitación y la educación, y a crear el entorno empresarial adecuado para aprovechar las oportunidades y garantizar condiciones de trabajo decente.

El Acuerdo de París ofrece un marco para avanzar. Se ha invitado a todos los países de la región a que comuniquen hojas de ruta multisectoriales para lograr cero emisiones netas, reafirmando al mismo tiempo la importancia de asegurar una transición justa para los trabajadores, las empresas y los consumidores.

Dichas hojas de ruta, elaboradas en consulta con interlocutores sociales, pueden ayudar a los gobiernos a prever y facilitar la creación de empleo y a identificar a los sectores que pueden verse afectados de forma negativa, incluidos el de combustibles fósiles y la ganadería. Las comunidades, las empresas y los trabajadores afectados necesitarán protección social, programas de reconversión laboral, mecanismos de compensación y otras políticas para recuperarse.

El informe comparte enseñanzas oportunas para ayudar a guiar una recuperación posterior al coronavirus que dé prioridad a la creación de empleos decentes y a un futuro más inclusivo, sostenible y resiliente. Este puede ser un camino para avanzar hacia la creación de un mundo mejor para los trabajadores y las empresas y, al mismo tiempo, para
hacer frente a la crisis climática.

Para descargar.

OIT-BID-El empleo en un futuro de cero emisiones en América Latina y el Caribe.