Sindicalistas kirchneristas y Grabois le marcan la cancha a Sergio Massa y piden un piso de aumento de $ 75.000 para todos los trabajadores.
«Las medidas que vamos a tomar van a ayudar a curar la lastimadura que genera la inflación. Las voy a anunciar cuando estén». Tajante, Sergio Massa esquivó ante Clarín los detalles del paquete de iniciativas para contener los efectos de la devaluación sobre el poder adquisitivo que prevé oficializar tras su reunión con el FMI en Washington el próximo miércoles.
Tampoco los funcionarios del Gobierno que trabajaron el fin de semana junto al candidato presidencial en la definición de las medidas quisieron soltar prenda. «No voy a dar detalles de la reunión», aseguró a este diario la ministra de Trabajo, Kelly Olmos, una de las que participó de las conversaciones.
El anuncio de un aumento de suma fija para los trabajadores fue ratificado por el propio Massa como acto reflejo luego de su derrota electoral. Pero la incertidumbre sobre su alcance y características tras la devaluación post-PASO y su impacto directo en la suba de precios, realimentó la presión de las principales centrales sindicales, alineadas todas con su proyecto presidencial, por una compensación urgente para los salarios.
En ese escenario, la mayoría de los sindicatos del sector privado activaron en los últimos días la reapertura masiva de sus paritarias, gesto que también replicaron los gremios de docentes y estatales, mientras desde las organizaciones sindicales más cercanas al kirchnerismo salieron a marcarle la cancha a Massa sobre las condiciones de la implementación de una suma fija de emergencia.
Massa ratificó la suma fija tras la devaluación y su derrota en las PASO.
«Exigimos un aumento uniforme por suma fija no inferior a los $ 75.000 para todos los asalariados públicos y privados del país», planteó Hugo Yasky, el titular de la CTA de los Trabajadores y también diputado kirchnerista. Agregó un pedido de adelantar el pago de las cuotas de incremento del salario mínimo y una suba de emergencia para jubilados y beneficiarios de planes sociales. «Llegó el tiempo de demostrar que este no es un Gobierno con las manos atadas dispuesto a que lo pasen por arriba. Hay que avanzar ya con un paquete de medidas», advirtió
Su par de la CTA Autónoma y jefe de ATE, Hugo Godoy, se sumó al reclamo por la suma fija aunque fue un poco más allá en su demanda y pidió llevar a $ 100 mil el piso del beneficio. Hasta Juan Grabois, el hasta hace una semana adversario interno de Massa en la pelea por la candidatura presidencial de Unión por la Patria, se encolumnó con la misma presión.
La CGT marca distancia
Desde la conducción de la CGT, a su vez, apuntaron su acuerdo con la alternativa de un aumento de suma fija en el marco de la situación de emergencia, pero marcaron sus diferencias con el sindicalismo kirchnerista al rechazar la idea de establecer una suba uniforme y generalizada que funcione como reemplazo de la negociación paritaria.
Héctor Daer avaló la idea de una suma fija que analiza Massa, pero marcó distancia con la posibilidad de que sea generalizada.
«No nos oponemos a un esquema de emergencia siempre que se sostenga la libertad de las paritarias y que se defina un valor mínimo de ingresos a través de un bono variable» según las necesidades de cada sector, expresó ante Clarín Héctor Daer, miembro del triunvirato de conducción cegetista.