Ayer tuve la oportunidad y el placer de pronunciar el discurso de apertura en la reunión anual de la CONTRAM-ISP.
La pandemia de COVID-19 afecta gravemente al mundo y no solo es causa de la carga más grande para el sector saludario desde hace muchas décadas, sino también provoca una profunda crisis social y económica que será mucho peor que la crisis financiera de los años 2008/2009. Por lo tanto, ahora es el momento para insistir en el reconocimiento del hecho de que los sindicatos son indispensables para una economía justa y que los gobiernos deben apoyar estructuras que posibilitan negociaciones colectivas a nivel sectoral. Necesitamos leyes laborales y fiscales justas y tenemos que quebrar la creciente concentración de poder en los sectores diferentes. Por eso, la crisis hay que ser un punto de partida para una nueva concepción de economía, trabajo y servicio, con un estado de bienestar fuerte y servicios públicos de alta calidad. La recuperación hay que efectuarse siguiendo el principio de solidaridad y comunidad. Los errores cometidos tras la crisis económica y financiera de 2008/2009 no deben ser repetidos.
Compañeras y compañeros, la pandemia de COVID-19 brutalmente revela las injusticias estructurales, y nosotros como sindicatos todavía tenemos que encontrar una respuesta progresiva a estas. Y compañeras y compañeros, sabemos que esto no pasará por sí solo. Para nosotros, nunca ha habido nada regalado. Siempre hemos tenido que luchar por nuestro derecho. ¡Viva municipales! ¡Viva CONTRAM-ISP!